

Joan Carles Cirer i Costa, doctor en Economía: «Igual que la crisis nos ha llegado con retraso, también saldremos de ella con retraso»
Joan
Carles Cirer i Costa es el director de la primera publicación periódica
sobre economía de las Pitiüses, Quaderns d´Economia i Empresa, editada
por la Cámara de Comercio y cuyo primer número ha visto recientemente
la luz. Este doctor en Economía, que también acaba de publicar en
Edicions Documenta Balear su tesis doctoral, ´La invenció del turisme
de masses a Mallorca´, augura que Ibiza no saldrá de la crisis al menos
hasta el año 2011.
%u2014En
las últimas semanas, se advierte desde todos los ámbitos de que el paro
sufrirá un fuerte aumento en otoño. Son mensajes muy pesimistas que se
producen, paradójicamente, cuando hay signos que apuntan a un repunte
de la economía, sobre todo en Estados Unidos y en Europa, especialmente
en Francia y Alemania, no así en el Reino Unido, donde el PIB sigue en
caída libre (un 5,7% en los últimos 12 meses). ¿Usted cómo lo ve?
%u2014Hay
que tener en cuenta que la economía ibicenca es un poco distinta.
Nosotros vivimos exclusivamente del turismo, no tenemos ninguna fuente
de renta primaria que no acabe en el turismo. Y el turismo es un
consumo. Un consumo, no diría suntuario, sino fácil de recortar. Cuando
las familias se aprietan el cinturón, lo primero que cae es el consumo
en turismo. Y en Inglaterra se ve muy claro porque cuando se han tenido
que apretar el cinturón, lo que han hecho las familias es quedarse de
vacaciones en su país. El sector turístico inglés vive una auténtica
edad de oro porque los ingleses no salen. Este factor implica que
nosotros vamos retrasados respecto a las economías europeas, que es
nuestra fuente de turistas, de manera que cuando Europa empieza a
remontar, la gente todavía actúa con un mecanismo puramente
psicológico. De igual manera que la crisis nos ha llegado con retraso,
también saldremos de ella con retraso. Eso es inevitable debido a
nuestra estructura económica. Nuestros mercados básicos, el inglés y
alemán, están acostumbrados a contratar con mucha anticipación. Por
eso, la temporada pasada no fue tan mal como podían hacer prever las
circunstancias. ¿Qué sucedía? Que las vacaciones ya las tenían
contratadas. Por eso, aunque las perspectivas eran malas, los
resultados no lo fueron tanto. Y ahora que las expectativas están
mejorando, esta temporada no va a ser buena y quizás la próxima va a
seguir los pasos de ésta, a causa de ese factor psicológico. Nos
movemos en una crisis con un componente psicológico muy grande que hace
inexplicable, por ejemplo, la caída en las matriculaciones de coches, a
veces hasta en un 70 por ciento en determinados segmentos de ese
mercado. Y el mercado de los coches es muy parecido al de las
vacaciones. Por eso nos vamos a encontrar con una próxima temporada que
tal vez sea igual de mala que esta.
%u2014La recuperación, pues, no llegará el año que viene.
%u2014La
economía británica depende mucho de la norteamericana. Si en EEUU
mejora, la británica tardará un año en salir del bache. Es una serie de
encadenamientos en el que nosotros estamos al final del todo. Nos
podemos encontrar con que la reactivación se retrase 18 meses o dos
años, perfectamente, respecto a estos brotes verdes que ahora aparecen
en Estados Unidos.
%u2014Nada que hacer hasta, al menos, el 2011.
%u2014Eso
de nada que hacer, nunca. Las crisis, por suerte o por desgracia,
forman parte intrínseca del sistema capitalista, que funciona con
crecimientos relativamente constantes durante varios años y cada cierto
tiempo aparece una crisis que lo que hace es limpiar los sectores que
no se han sabido adaptar adecuadamente. Ahora, cuando las cosas vienen
mal dadas, es cuando los empresarios deben esforzarse más en promoción
y en calidad y en no reducir excesivamente el personal. Si el turista
se encuentra mal servido en los hoteles porque el hotelero ha decidido
recortar gastos como sea y no tiene suficiente personal, nos podemos
encontrar con que ese turista que ha venido este año y que es el que
más probablemente volverá el que viene, no regrese al no encontrarse en
su alojamiento con el servicio que había contratado. Eso incrementaría
la crisis.
%u2014Me refería a que hasta ese año no repuntará la economía pitiusa.
%u2014Entra
dentro de lo previsible que nos encontremos con una temporada 2010 que
siga las pautas de esta. Hay que decir que ésta no se ha terminado, que
quizá todavía tengamos tiempo de disfrutar de un buen octubre. Tengo
esa esperanza en el sentido de que la confianza del consumidor en
Europa está repuntando claramente. Eso, más la bajada de precios de las
vacaciones y de los costes de avión, gracias al descenso del precio del
petróleo, puede que facilite las llegadas de turistas y que al final
esta temporada sea sólo regular, no catastrófica.
%u2014Usted dice que,
en comparación con la crisis de los 90, las empresas tienen ahora más
saneadas sus finanzas. Sin embargo, cada día se ven más negocios
cerrados o que se traspasan en Ibiza. ¿Empeorará la situación este
invierno?
%u2014Viví la crisis de los 90 en una entidad financiera. En la
hemeroteca de Diario de Ibiza se puede ver cómo en 1990 y 1991 había
páginas y páginas de embargos, de subastas judiciales, en las cuales,
además, no aparecía ni un solo comprador, a pesar de que los precios
eran de risa. Eso ahora no se ve, y estoy convencido de que no se verá.
La crisis de los 90 nos cogió en muy mala posición. Las empresas de
aquí estaban al final de un ciclo inversor muy fuerte, en buena parte
provocado por el boom de la construcción de apartamentos que hubo a
finales de los 80. Todas las empresas hoteleras ibicencas estaban
metidas en la construcción de apartamentos que todavía no podían
explotar y que la mayoría no los explotó nunca. Y por tanto se
encontraban tremendamente endeudadas. A la vez, las empresas hoteleras,
sobre todo las medianas, habían iniciado inversiones fuera de España.
Todo el sector turístico ibicenco estaba en la fase alta del ciclo
inversor cuando empezó la crisis. Detrás de ellos, le tocó a la
construcción. Fue una época realmente amarga, dramática. En cambio,
ahora la crisis nos ha cogido cuando las empresas ya están al final del
ciclo, no en la fase de auge, cuando buena parte de las inversiones ya
están amortizadas y se tenía que iniciar un nuevo ciclo inversor. Por
lo cual, creo que la mayoría de empresas medianas y grandes tienen una
situación financiera, con excepciones, bastante sólida. Otra cosa son
los pequeños negocios y, sobre todo, los autónomos. Ahí sí que hay
situaciones verdaderamente dramáticas.
%u2014¿Quiénes están siendo incapaces de resistir? ¿Quiénes resisten?
%u2014Las
grandes empresas, sin ninguna duda, resisten. Tienen reservas más que
suficientes. Lo cual es una suerte porque significa que no van a
restringir el empleo dramáticamente. Muchos de ellos esperan el 2010
con una cierta esperanza. Y gran parte de las empresas medianas están
en una situación solvente, si la crisis no se alarga. El problema está
en los autónomos. Son personas que estaban trabajando por cuenta ajena
y que dieron el salto a convertirse en empresarios cuando los negocios
iban bien. Se han endeudado y se han encontrado con que cuando
empezaban su ciclo inversor les ha caído dramáticamente el nivel de
ventas. Eso es lo que explica la cantidad de comercios vacíos que hay.
Al pequeño comercio, a la restauración, le va mal, y estos, a su vez,
son los principales clientes del pequeño instalador, del pequeño
fontanero, del pequeño electricista. Así, el problema recorre toda la
cadena de la pequeña empresa, que funciona por un circuito económico
distinto del que tiene la grande.
%u2014Da la sensación de que, como en
el Monopoly, esta crisis hará más ricos a los ricos y que dejará
exhausta a la clase media y a los trabajadores.
%u2014Las crisis pasan
factura de forma casi homogénea en todos los grupos sociales. No creo
que esta crisis sea distinta a la del 29 y otras habidas. Lo que ocurre
es que los que viven las crisis de forma dramática son los que están
más abajo en la escala social. Para el que es rico y sólo deja de
serlo, no es tan dramático. Ahí tenemos un problema de percepción
asimétrica de la visión de la economía real. Es un problema muy
frecuente. Yo la conocí muy bien en la bolsa. La gente que pierde
dinero en bolsa nunca dice ni pío. En cambio, los que ganan dinero lo
publican a los cuatro vientos. Parece que a los que tienen dinero para
invertir en bolsa siempre les va magnífico, pero es que al que le va
mal se guarda mucho de decirlo. La información pública es, en ese
sentido, asimétrica, todas las crisis generan esa asimetría de
información.
%u2014¿Es adecuado el PlanE tal como está concebido o sólo
servirá, como vaticinan algunos, para que tengamos las mejores aceras
del mundo y que por ellas pasee el mayor número de parados de Europa?
%u2014Está
bien concebido porque no creo que se haya ideado como un plan de
reactivación económica sino, sobre todo, para dar salida a una
situación de paro dramática. Es la idea keynesiana de, total, para
darles el seguro de desempleo, que estas personas realicen un trabajo
que sea en beneficio para la sociedad. Es la idea de John Maynard
Keynes de que a veces hay que construir pirámides. ¿Para qué sirven?
Para nada. En este caso, sí creo que las aceras sirven, son más útiles
que las pirámides. Otra cosa es que algunos planes gubernamentales se
pierden por un exceso de burocracia. He visto la cantidad de
documentación y las exigencias que se piden para las ayudas
crediticias, y te das cuenta de que son muy pocas personas las que se
pueden acoger a estos planes, que están resultando burocráticamente
lentos.
%u2014Existe una enorme liquidez en el mercado. El dinero existe, pero no se mueve. ¿También en Ibiza?
%u2014Una
crisis es un momento de cambio. Los empresarios que disponen de
liquidez están esperando a ver por dónde acaba; también los
consumidores, que por factores psicológicos no se acaban de decidir, ni
a comprar ni a abrir hipotecas. Quizás tras la crisis se acabe el boom
del adosado y la gente prefiera un piso dentro de la ciudad. Los
constructores han de decidir por dónde irá esa demanda, si irá hacia
pisos medianos o pequeños o de nuevo a los adosados. Todo el mundo está
a la espera. Y en el sector turístico, más que en ninguno, porque los
factores de moda de consumo afectan más que en otros sectores. En los
primeros años de este siglo hubo el boom del Caribe. ¿Se mantendrá,
sale a cuenta desde el punto de vista de una gran cadena ibicenca
invertir más en el Caribe o sale mejor invertir en Ibiza para
incrementar la categoría de los hoteles? Esta última es una inversión
muy lógica, como se hizo en los 90, cuando se pasaron todos los hoteles
de dos a tres estrellas, y muchos de tres a cuatro. Muchos empresarios
con liquidez están a la espera de ver hacia dónde van los tiros del
consumo, porque una gran inversión errónea es el camino hacia el
desastre.
%u2014¿Qué ha hecho bien Formentera?
%u2014Le va mucho mejor
que en Ibiza según una serie de entrevistas que estoy haciendo a
empresarios. Volvemos a los factores psicológicos, que en Formentera
son más fáciles de explicar al ser un destino muy pequeño. Basta un
leve incremento de buena imagen para saturar inmediatamente el destino.
Quizás la propaganda de la cerveza [Damm] haya tenido un efecto
importante. Ha habido una serie de factores que han provocado que el
nombre de esa isla empiece a sonar y a tener buena fama. Los
formenterenses tendrían que aprovechar para consolidar esa buena imagen
y no caer en la tentación de decir qué bien que lo hacemos. Deben
analizar seriamente si es un factor estrictamente de moda, pasajero, o
si se ha conseguido una imagen propia, de destino maduro. Si se quiere
conseguir que sea destino maduro aprovechando ese tirón, los
empresarios tienen mucho camino para trabajar. Deben analizar el
fenómeno con tranquilidad, con calma, desde la distancia, porque puede
ser un fenómeno pasajero
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La invenció del turisme de masses a Mallorca
Cirer Costa, Joan Carles
Els inicis del turisme de masses és una història plena d’encerts i marrades, d’esperances i desenganys que constitueixen les arrels de l’economia mallorquina
actual.